Nota: este artículo de nuestra autoría fue publicado originalmente en el sitio www.informandoyformando.org
Tal vez fue hace muchos años cuando eras una adolescente. Tal vez fue cuando estabas estudiando o cuando te encontrabas en una mala relación. O tal vez, ya casada y con hijos, te sentiste abrumada con la idea de traer al mundo a otro bebé.
Las razones pueden ser miles, pero en mi experiencia dando consejería y acompañando a madres en situaciones similares, he aprendido que las mujeres, escogen el aborto porque se sienten presionadas a hacerlo, ya sea por el papá del bebé, por los conocidos, las circunstancias o hasta la misma familia.
A pesar de que el aborto se promueve como una libertad, o con etiqueta de “derecho” o “decisión de la mujer”, ellas acuden al aborto, no por convicción, sino por que se sienten atrapadas y porque nadie les ofrece ayuda o esperanza.
El aborto es una experiencia física, emocional y espiritualmente dolorosa; sanar después de un aborto puede ser sumamente difícil por las siguientes razones:
- Se mantiene en secreto
Por tratarse de un tema tan polémico, la mayoría de las mujeres lo mantiene en secreto, por lo tanto es muy difícil dejar salir los sentimientos que se experimentan después del aborto, y el dolor se queda en el alma.
- Los síntomas son confusos y pueden tardar mucho en aparecer
Los síntomas del síndrome post-aborto, pueden tardar meses y hasta años en manifestarse. Hay mujeres que sufren por décadas sin saber que su pena está relacionada con su aborto. Muchos psicólogos les diagnostican depresión clínica, trastorno bipolar u otras condiciones, en vez de llegar a la raiz del problema. En España por ejemplo, se ha descubierto que las madres que han abortado antes, experimentan una depresión posparto mucho más aguda que otras madres, cuando dan a luz a sus otros hijos. ¡Nadie antes había relacionado la depresión posparto con un aborto anterior!
- Es un error muy difícil de admitir
Las mujeres creen que admitir que su aborto fue un error y reconocer su sufrimiento, sería una derrota. Una mujer que tomó una decisión que la sociedad califica como buena o necesaria, no puede admitir que “interrupir su embarazo” le ha causado tanto dolor.
- Los grupos conservadores las señalan
Dentro de las mismas instituciones que luchan por proteger a los no nacidos del aborto, existen grupos ultra conservadores que critican y señalan a las mujeres que han abortado, sin saber que ellas también son víctimas de este mal.
- Existe una gran presión social
Por otro lado, el mundo moderno les dice que su decisión fue “libre” y que tomar ese camino era su “derecho”. La sociedad médica dice que el aborto es parte de su “salud reproductiva” y que deben tener acceso a él sin restricciones. Las feministas dicen que ellas deben ser dueñas de cualquier decisión relacionada con “su cuerpo”.
La realidad
Cientos de miles de mujeres en todo el mundo, lloran en silencio y no pueden sanar porque los promotores de esta práctica les han dicho que no tienen derecho a sufrir por esa decisión. Si tú has pasado por esta experiencia tan dolorosa y no has podido superarla, necesitas saber lo siguiente:
¡Hay esperanza!
Existen organizaciones dedicadas a ayudar a las mujeres a superar sus abortos. Les proveen ayuda psicológica, emocional y espiritual para sanar de ese dolor y esa experiencia que les ha robado la paz. Encuentra un grupo de ayuda post-aboto cerca de ti en el siguiente enlace y decídete a sanar: http://www.elvinedoderaquel.org
Necesitas perdonarte
Dios te espera con los brazos abiertos para perdonarte. Acércate a un sacerdote o a un guía espíritual que te ayude a regresar a Él. Ten la certeza de que tu bebé ya te ha perdonado, porque los niños perdonan siempre. Perdonarte a ti misma tal vez será la prueba más difícil; es un camino largo y doloroso ¡pero vale la pena!
Eres digna de amor
Tú eres digna de amor, aunque no quieras aceptarlo porque te hace falta el amor de ese hijo. Dios te sigue amando, aunque te cueste entender que existe ese amor incondicional de Padre.
Mereces ser feliz
Tú mereces ser feliz a pesar de los errores del pasado y aunque ese bebé ya no esté contigo. Tú eres hija de Dios y Él quiere tu felicidad más que tú misma.
Confía en Dios
Dios todavía tiene planes maravillosos para ti ¡es momento de levantarte y confiar en Él!