HEMOS GANADO OTRO BEBÉ PARA EL CIELO
Antes de poder compartir la noticia de este embarazo tan esperado, un ultrasonido nos reveló que no había latido del corazón.
Más pruebas, otro ultrasonido y hasta una noche en el hospital, nos confirman que no llegaría este bebé a nuestros brazos.
Teníamos la esperanza de haber calculado mal, o de haber ovulado tarde, por lo que a las 7 semanas del primer ultrasonido, en realidad eran 5 y no era posible detectar el latido tan temprano. Además Dios nos haría el milagro de encontrar su corazoncito días después. ¿Verdad?
Rezamos y rezamos y rezamos. Pero no fue así. Otra vez Dios tenía un plan distinto para nosotros. Dios quería otro intercesor para nuestra familia.
Han sido días muy duros y muy tristes. Compartir estas noticias con los niños, la familia y los amigos, siempre es muy difícil. Esconder las lágrimas, sentir ese vacío en el pecho por donde se cuela el aire, soñar con ese bebé, luchar contra la desesperanza, poner buena cara cuando quisieras estar en otra parte, querer aceptar la voluntad de Dios con amor pero al mismo tiempo sentir amargura, y después sentir culpa y desesperación. ¡¿Cómo hacían los santos?! ¡Me falta tanto para poder imitarlos! Ayúdanos Señor a abrazar esta cruz con amor. Ayúdanos a abandonarnos sin reservas a tu Santa Voluntad.
El corazón no se hace más fuerte con cada pérdida o más insensible. El corazón duele siempre igual. ¿Alguien sabe cuántas pérdidas puede soportar el corazón de una mamá?
Recientemente y de forma providencial hemos hablado mucho con los niños sobre el matrimonio de Santa Zelie y San Louis Martin, papás de Sta. Teresita del Niño Jesús. Hasta pensábamos en esos nombres para nuestro futuro bebé, o bebés (los niños siempre le piden a Dios gemelos).
Tan pronto como supe que estábamos en la dulce espera, David y yo encontramos, entre todas las cajas de la mudanza, una tarjeta de la imagen de la familia completa, incluyendo los 4 niños pequeños que Sta. Zelie perdió a una edad muy temprana y las cuatro hermanas de Sta. Teresita que también se hicieron monjas carmelitas.
David pensó que dos de esos niños eran gemelos y de ahí surgió la idea de encomendar este embarazo a la intercesión de este matrimonio santo y de nombrar a nuestro bebé Louis o Zelie (aunque yo sentía en mi corazón que era una niña).
El día que nos dieron la noticia de que nuestro bebé no tenía latido del corazón, mi doctora me dio la tarjeta que está en las imágenes de abajo, con un rosario y la imagen de Jesús sosteniendo a un bebé. La frase: “Volveremos a encontrar a nuestros pequeños allá arriba” de Sta. Zelie nos confirmó lo que ya sabíamos: estábamos esperando una niña y su nombre era Zelie.
Nuestra bebé dejó de crecer a las 5 semanas de embarazo, por lo que creemos que se fue al cielo el 18 de octubre, día de la canonización de Sta. Zelie y San Louis Martin.
¡Así de claro nos habla Dios a veces a través de sus santos! No dejamos de darle gracias a Dios por las alegrías en medio de las pruebas.
Esta fue la oración que le escribí a Dios cuando nos despedimos de Jacob a las 19 semanas y 5 días de embarazo hace 3 años. Hoy cada palabra hace eco en mi corazón:
Padre bueno, no quiero respuestas, sólo quiero confiar en ti. No quiero estar triste o enojada, sólo quiero tu paz. No quiero que siempre suceda lo que yo quiero, sólo quiero aceptar con amor tu voluntad. Padre bueno y misericordioso, no quiero lo que yo quiero, sólo quiero lo que Tú tengas para mí.
“Cuando tuvimos a nuestros hijos, nuestras ideas cambiaron un poco. No vivimos más que para ellos, constituían toda nuestra felicidad y sólo en ellos la encontrábamos. Nada nos resultaba ya penoso y el mundo ya no nos era una carga. Para mí, eran la gran compensación y por eso quería tener muchos, para criarlos para el cielo”.
Sta Zelie Martin.
Sta. Zelie y San Louis Martin, rueguen por nosotros.
Sta. Teresita del Niño Jesús, ruega por nosotros.
Sweet baby Zelie, pray for us.
Amigos queridos, este día de los Fieles Difuntos, nos encomendamos a sus oraciones.
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Más encuentros de nuestra familia con Sta. Zelie Martin que nos llenan de consuelo:
– Sta. Zelie fue bautizada al día siguiente de su nacimiento, así como nosotros bautizamos a nuestros hijos.
– Estos santos se casaron a los tres meses de haberse conocido, así como nosotros lo hicimos.
– San Louis y Sta. Zelie tenían cuatro pequeñitos en el cielo, igual que ahora nosotros.
– Sta. Zelie decía: “Amo a los niños con locura, he nacido para tenerlos”.