Ayer fue día de belleza. Las niñas decidieron que querían un corte de cabello “profesional“. No más tijerazos de mamá. Así que fuimos -mis 6 niños y yo- a un salón de belleza. (No me preguntes cómo me fue en esa espera de casi una hora).

Las niñas, como era de esperarse, quedaron HERMOSAS. Los estilistas, amabilísimos. Mis princesas se sentían soñadas. Todo valió la pena.

Y también, como a veces sucede en estos sitios de embellecimiento, el joven que atendió a mi Gianna, tenía actitudes muy femeninas, cejas tatuadas y un corte de cabello muy peculiar. Pero también, tenía la sonrisa más amable del mundo, y atendió a mi niña con gran cortesía.

Todos salimos contentos de aquel lugar. Los niños (hombres), felices por haber podido ver caricaturas en mi teléfono por un rato, y las niñas con su nuevo look.

Yo orgullosa y feliz por todos los cumplidos de aquellos profesionales de belleza: ¡Qué niños tan bellos tienes! Qué bien portados. Qué educados (todos dijeron “gracias” cuando recibieron su dulce). Qué bonito que quieras tener más niños. Qué hermosa está la bebé y qué bien se porta, etc, etc, etc. *Cabe mencionar que no siempre se portan taaaaaan bien, o mejor dicho, casi nunca.

¿Mi mayor orgullo? Que mis niños, a veces tan indiscretos -cualidad de los niños con autismo, que no conocen los filtros- hayan tratado con tanto respeto y naturalidad al muchacho aquel.

No vieron su excentricidad, solo vieron su sonrisa y su simpatía.

¿Que no estamos todos los Cristianos a ser así? ¿A ver el valor de las personas? ¿A tratarlos con amor y respeto sin importar lo externo? ESO ES LO QUE NOS ENSEÑA LA IGLESIA.

NUNCA estamos en contra de las personas.

(Revisar las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad: Numeral 2358)

Estamos en contra de los lobbies, de la imposición, del adoctrinamiento, de la ideología de género que les quieren meter A FUERZA en sus cabecitas y en su corazón. De los gobiernos tiranos que los quieren escandalizar con programas de educación sexual PERVERSOS. Estamos en contra de todo aquello que quiera hacerles daño a su alma.

Disculpen el calificativo, pero me parece sumamente estúpido el que nos llamen “homofóbicos” a los que queremos proteger a nuestros hijos de la dictadura de colores. O que tengan miedo de que estemos formando niños “homofóbicos”. (Para empezar el término en sí es bastante estúpido en esencia y en forma, ojalá que investigaran un poquito).

* Agregué la foto de OTRO libro ”infantil” que encontramos con frecuencia en bibliotecas públicas. ¿Ya te diste cuenta del agresivo adoctrinamiento que está ocurriendo allá afuera? Protege a tus niños POR FAVOR.