Despedirnos de un bebé que murió antes de nacer

 

El siguiente es un fragmento del artículo Cómo despedirse de un hijo no nacido del Blog De mi casa al mundo una publicación que me ayudó mucho a entender y a vivir mi duelo cuando perdí a mis dos pequeñitos.

Al final de esta publicación compartimos los videos que creamos para despedirnos de nuestros bebés, que se fueron al cielo con 6 meses de diferencia.

 ¿Por qué un ritual de despedida?

Un ritual en sí mismo es sanador. Es como una ayuda extra para superar las emociones que acompañan a la pérdida.

Cuando estás embarazada y de repente dejas de estarlo, te queda una sensación de confusión enorme; ¿ya está?, ¿ya no estoy embarazada?, ¿qué le pasaba a mi bebé?, ¿por qué ha ocurrido esto?, ¿y ahora qué?, ¿he hecho algo mal?…

Son muchas las preguntas, los miedos, la culpa que se amontonan en tu cabeza como una bola de nieve que no para de crecer. De repente todo ese mapa dibujado de un futuro próximo (bordado con ilusiones, emociones, deseos), se borra de un plumazo, como si nada. Y eso hay que encajarlo, y digerirlo.

Los expertos dicen que cuando se produce una pérdida, nuestro cerebro debe procesar mucha información en muy poco tiempo, lo que suele provocar un bloqueo emocional, en el que se sufre mucho.

Yo diría que es devastador.

Por eso, los rituales de despedida sirven. La evidencia científica (no es magia, ni misticismo) ha demostrado que los rituales son una herramienta que ayuda al cerebro a reprocesar toda la información, y facilitan que  a nivel neuronal se realicen las conexiones necesarias. Por eso, son utilizados habitualmente en terapia desde los años 70.

¿Para qué sirve un ritual de despedida en la pérdida gestacional?
 (Y en el caso de nosotros los católicos, ofrecer una Misa y darle cristiana sepultura)*

  • Para despedir al bebé, ya que en nuestra sociedad no hay un lugar ni un momento para esta despedida trágica.
  • Para otorgar al bebé una identidad y un lugar en la familia, en la sociedad (y como hijo de Dios)*
  • Para ayudar a digerir emocionalmente la situación.
  • Para elaborar el duelo, y esto me parece especialmente importante pues si la madre no se permite vivir el duelo y la pérdida (haciendo quizás como si no hubiese ocurrido nada), quedará como en un limbo, con la sensación de que algo quedó a medias, sin acabar, sin cumplir, con todas las repercusiones que esto puede tener para su forma de ser y de estar en el mundo.

*Recuerda que tu bebé es una persona, con infinito valor y dignidad por ser hijo de Dios, tiene un alma eterna y su vida, aunque haya sido breve, tenía un propósito y una misión. Ese bebé es digno de todo el amor, la compasión y el respeto que merece cualquier persona que parte a la Casa del Padre.

*Notas personales del blog de Daniel y María Online

 

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